DOS PALABRAS A LOS JÓVENES


J.N. DARBY

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Me dirijo principalmente a vosotros, jóvenes. Los que somos de mayor edad, solemos tener mayor experiencia de lo que es el mundo y de lo que realmente ofrece; pero ante vuestros ojos –ansiosos de ver y conocer–despliega todo su brillo, su fastuosidad, sus tentaciones, intentando atraeros. Solamente fijaos cómo despliega delante de vosotros sus inagotables invenciones para lograr seduciros. Sus sonrisas son engañosas, pero es a vosotros que sonríe. Os hace muchas promesas que no puede cumplir; no obstante promete siempre. El hecho es que vuestro corazón es demasiado ancho para un mundo que no puede llenarlo; por otro lado es demasiado estrecho para Cristo, y sin embargo quiere llenaros de Él; sí, Dios desea que conozcáis: «el amor de Cristo que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios».

Estemos unidos al Señor; no al deber, a la ley o a las ordenanzas (aunque estas cosas sean buenas en su lugar), sino al Señor. Bien sabe Dios cuán engañoso es el corazón y cuán dispuesto está para sustituir pronto, por cualquier cosa, el lugar del Señor. Es necesario que aprendáis a conocer lo que hay en vuestro corazón. Morad con Dios y lo aprenderéis con Él y bajo su gracia; si no, tendréis que aprenderlo con el diablo, a través de las tentaciones y las redes que os tiende, y caeréis como Pedro. Pero Dios es fiel. Si os habéis alejado de Él, y las cosas del mundo han llegado a formar como una coraza alrededor de vuestro corazón y deseáis retornar, Dios quiere y puede romper esta coraza.

¡Ah!, recordad que Cristo os compró al precio de Su propia sangre, que le pertenecemos a Él y no al mundo. No dejéis que el diablo se interponga entre vosotros y la gracia de Dios; por muy negligentes que hayáis sido, o por muy lejos que os hayáis dejado llevar. ¡Volveos al Señor!, no dudéis de Su gozo al veros retornar, contad con Su amor inconmensurable; considerad con horror y espanto el pecado que os apartó de Él, pero no le hagáis la injuria de dudar de Su amor. Aborreceos a vosotros mismos, pero recordad cuánto os amó y quiere amaros hasta el fin.

Quisiera que recordaseis tres cosas que, por gracia, nos han sido otorgadas:
En primer lugar un perdón perfecto, después una conciencia purificada, y por fin, la comunión con el Señor.

Como ejemplo de una conciencia limpia, o purificada, tomemos el caso del apóstol Pedro, quien había negado al Señor delante de una criada, con imprecaciones y juramentos; pero vuelto el Señor miró a Pedro, y aquél discípulo salió llorando amargamente. Pocas semanas después (Hechos 3:14), él podía pregonar a los judíos que estaban perdidos por haber negado al Santo y al Justo; el mismo pecado que Pedro había cometido, con el agravante de haber disfrutado durante tres largos años de la inconmensurable amistad de Jesús. Pero la conciencia de Simón estaba purificada; sabía que había sido perdonado, y ahora podía presentarse sin temor y acusar a los demás de lo mismo que él había cometido.

La única satisfacción verdadera la encontraremos en una comunión cada vez más estrecha, más íntima, con Aquél que nos amó tanto y sigue amándonos con el mismo amor que tuvo por nosotros en la cruz. ¡No lo olvidemos nunca!

Mi queridos hermanos:
El que siembra únicamente por su propio placer, hallará, a medida que avanza, que todo cuanto hizo va desmoronándose y desaparece. Por el contrario, el que siembra para Dios y para la eternidad, por gracia de Dios, recogerá abundantemente del fruto de su trabajo; porque Dios mismo habrá dado origen a la semilla para que germine, como también Cristo se regocijará viendo el fruto del trabajo de Su alma. Entró ya en la gloria porque sufrió en la Cruz.

Espero que cada día veréis mas claramente que, para el cristiano, no se trata solamente de ser honesto y bueno, de vivir una vida dirigida y moldeada por la moral del mundo y la conciencia natural (ni siquiera por una moral y una conciencia imitadamente espiritual), sino de andar como Cristo anduvo.
Somos llamados a ser letras, o cartas, de Cristo, sabidas y leídas de todos los hombres, y esto no es poca cosa. ¡Qué seriedad debería dar esto a nuestra vida entera; y al mismo tiempo, cuánta gracia y belleza ser los testigos de un Dios Salvador!, no sólo como profetas que publican fielmente el mensaje que Dios les confía, sino con la superabundancia de un corazón lleno de lo que proclamamos; ¡qué glorioso privilegio!

Para que así sea, necesitamos alimentarnos de Cristo y estar cerca de Él, y precisamos conocerle mejor por medio de la Palabra que testifica de Él. Tenemos que aprender de Él, conocer sus pensamientos y Su voluntad. El corazón debe ser ensanchado y atraído bajo la poderosa influencia de Su amor. Nuestra senda tiene que ser siempre más estrecha, ha de ser cada vez más un sendero de obediencia completa. Esto explica las hermosas oraciones de Pablo para aquellos que amaba en Cristo: Efesios 1:15-23; 3:14-21; Filipenses 1:8-11; Colosenses 1:9; 2:1, etc.

No debemos contentarnos solamente con ser perdonados, justificados, salvados, con no temer encontrar a Dios o a la muerte; mas aún, tenemos que vivir en comunión con Él, y servirle. No hemos de permanecer como niños sino crecer en el conocimiento de Dios y de Su voluntad hasta la estatura de un varón perfecto. «El temor de Jehová es el principio de la sabiduría».

Oremos y velemos. Mi oración para vosotros es la misma que Pablo ofreció para los filipenses (1:8-11). Orad y velad, a fin de que aquellos con los cuales os relacionáis no acaben siendo un lazo para vosotros. Pensad frecuentemente en la llanura del Jordán (Génesis 13: 10), en la cual Lot fue deslizándose gradualmente hasta hallarse en medio de Sodoma. Pero, por encima de todo, fijad vuestros ojos en Jesús que murió por vosotros y por mí, de modo que vivamos para Él.

¿Qué puede darnos el mundo? Es el lugar donde la paz, el amor de Cristo, y la salvación de Dios son desconocidos. ¿Qué más que suplicios y miserias pueden hallarse allí?

Necesitamos mayor sencillez y perseverancia de fe al pedir que nos bendiga. Cristo nunca echa fuera al que, humildemente, acude a Él.


 

 

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